martes, 25 de enero de 2011

LA EDUCACIÓN SUPERIOR BASADA EN COMPETENCIAS

POR: LIC.  EDITH OLIVARES MANRIQUE
MENCIÓN DOCENCIA UNIVERSITARIA - AULA 504
La educación juega un rol muy importante en la sociedad, el mundo globalizado de este siglo XXI requiere profesionales competentes que sepan solucionar problemas de diferentes ámbitos o perspectivas en diversas situaciones o contextos. La nueva era del conocimiento ha generado nuevas perspectivas y, por ende, cambios en el ámbito educativo de acuerdo a las exigencias tecnológicas de la comunicación e información.

La realidad de nuestro sistema educativo es tan variada en el currículo, que los planteamientos educativos se dicen que se basan en “competencias”, lo cual queda impreso en el papel, pero la realidad en las aulas es otra, puesto que se sigue enseñando contenidos, por un lado; por otro, se suprimen cursos en el currículo a nivel secundaria y el estudiante al presentarse a un examen de admisión de una universidad se encuentra con contenidos, en el mismo, que no ha llevado en las escuelas y, por lo mismo, se ve en la necesidad de asistir a las academias preuniversitarias, para llenar vacíos que en el nivel secundaria se dejaron por ceñirse a los diseños curriculares del Ministerio y por no existir una continuidad con las mallas curriculares de las universidades en el  país, y de sus prospectos de ingresos.

Si a nivel inicial y primaria se trabaja articuladamente y por competencias, a nivel secundaria se quiere seguir con el mismo lineamiento, pero el Padre de familia y los alumnos no se conforman con ver letras en una libreta de notas sino que necesitan ver calificaciones cuantitativas. Además, es muy trascendental para el Padre de familia cuánto aprende su hijo en la escuela en cuanto a cantidad de contenidos no cómo los aprende ni cómo los aplica, pues las universidades exigen en sus exámenes de admisión cantidad de conocimientos aprendidos, ahí se refleja el gran divorcio entre los lineamientos curriculares en todo el sistema educativo a nivel escolar y superior.

Entonces, la pregunta es ¿La Educación se basa en objetivos o en competencias? Esta interrogante muchos no llegan a responder del todo pues no hay un mismo parámetro en todo el sistema educativo, se habla en forma aislada y así se refleja en la realidad. Pero ¿en qué se diferencian los dos conceptos? ¿Se hablará de lo mismo?

Los objetivos son fraccionados, se construyen y se desarrollan por separado objetivos cognitivos, psicomotrices y afectivos para cada ámbito profesional. Se enseña aisladamente los conocimientos, los procedimientos y las actitudes, dejando al estudiante la tarea de integrarlos cuando tenga que actuar profesionalmente en su realidad inmediata.

En cambio, las competencias son holísticas, integradas, es decir significa “actuar con valores”, “saber hacer en un contexto”, ello implica poner en acción todos los saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales; en otras palabras, se articulan saberes que se construyen en la práctica social, en procesos dialógicos y flexibles.

El concepto de competencia se puede entender desde tres acepciones: la que refiere a la competitividad en cuanto a ser mejor que los demás; la que se relaciona con un ámbito de responsabilidad y la que nos ocupa que se vincula con la capacidad para hacer algo, saber cómo, por qué y para qué se hace, de tal manera que pueda ser transferible. Ser competente es saber hacer y saber actuar entendiendo lo que se hace, comprendiendo cómo se actúa, asumiendo de manera responsable las implicaciones y consecuencias de las acciones realizadas y transformando los contextos a favor del bienestar humano.

Las instituciones educativas que han adoptado el enfoque de competencias proponen sus propias definiciones; por ejemplo, La Facultad de Estudios Superiores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Iztacala, considera que la competencia es: “una construcción social compuesta de aprendizajes significativos en donde se combinan atributos tales como conocimientos, actitudes, valores y habilidades, con las tareas que se tienen que desempeñar en determinadas situaciones”.

Malpica Jiménez destaca dos elementos comunes en toda definición de competencia: el desempeño, como la expresión de los recursos puestos en juego para el desarrollo de una actividad en la que se usa lo que se sabe, y las situaciones en las que dicho desempeño es relevante, pertinente y oportuno. (Malpica, María del Carmen, “El punto de vista pedagógico”, en Argüelles, Antonio (comp.), Competencia laborar y educación basada en normas de competencia, Limusa, México, 1996).

Entonces, la competencia es: una interacción reflexiva y funcional de saberes, cognitivos, procedimentales, actitudinales y metacognitivos, enmarcada en principios y valores éticos, que genera evidencias articuladas y potencia actuaciones transferibles a distintos contextos apoyadas en conocimiento situacional, identificados a través de evidencias transformadoras de la realidad.

La UNESCO define competencia como: “el conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un desempeño, una función, una actividad o una tarea”.

Frente a las necesidades sociales, laborales y económicas actuales, la educación se ve obligada a cambiar los diseños de los currículos basados en una construcción por competencias en todo nivel educativo, porque sólo así podrá proporcionar al estudiante los elementos convenientes para enfrentar las nuevas exigencias del mercado laboral.
El enfoque de aprendizaje por competencias responderá a esta sociedad del conocimiento o de la información, puesto que logrará que los estudiantes aprendan nuevas formas de razonamiento, comunicación y pensamiento mediante diversas actividades en las que pueda integrar la teoría con la práctica, es decir, pueda transferir conocimientos a contextos y solucionar problemas inmediatos y/o mediatos.
Este enfoque centra su atención en el proceso de aprendizaje desde parámetros constructivistas con contenidos que respondan a las necesidades de la vida misma de la realidad de cada profesional.
En consecuencia, nuestros sistema educativo debe encaminarse a un cambio en todos los ámbitos para que todos los niveles tengan los mismos lineamientos y así se hable en un mismo idioma y así sea realmente una educación basada en competencias no sólo para los estudiantes sino también esta preparación debe ser también para los docentes, quienes trabajan conjuntamente con los padres de familia y son agentes mediatos con los sistemas de comunicación e información.

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